Reconectar con los límites físicos de nuestro cuerpo es una herramienta poderosa que nos permite sintonizar con el presente y confiar en nuestras sensaciones y percepciones. En un mundo cada vez más digital y acelerado, es fácil perder de vista nuestra conexión con nuestro propio cuerpo y sus límites.
La sociedad actual nos empuja constantemente a ir más rápido, hacer más cosas y estar siempre conectados. Esto puede llevarnos a ignorar las señales que nuestro cuerpo nos envía, como el cansancio, el estrés o el dolor. Sin embargo, es fundamental prestar atención a estas señales, ya que son indicadores de que estamos excediendo nuestros límites físicos.
Haz una pausa, obsérvate en un espejo, recorre tu cuerpo, abrázate, dedica un tiempo para ti, para sentirte, respira y retoma el camino.
Hazlo tantas veces como necesites.
Entérate de la últimas novedades en Sorece
Salud mental desde una perspectiva feminista interseccional