La terapia familiar con perspectiva feminista es una rama especializada que reconoce y cuestiona las dinámicas tradicionales de poder dentro de las estructuras familiares, lo que conlleva a empoderar a las mujeres dentro de la dinámica familiar, al hacerlo, se busca cambiar las interacciones de poder desiguales y fomentar una colaboración más equitativa en la toma de decisiones, promoviendo relaciones más saludables y justas
En el corazón de la terapia familiar feminista se examina cómo los roles de género tradicionales pueden contribuir a la opresión de las mujeres y cómo estas dinámicas pueden afectar la salud emocional y el bienestar de toda la familia, además, proporciona herramientas y técnicas de comunicación efectiva que ayudan a evitar malentendidos, conflictos y resentimientos
En las configuraciones de las familias se refleja la opresión a gran escala que padecen las mujeres en la sociedad. Sin embargo, la terapia familiar feminista no pretende rescatar a las mujeres de los “malos”.
Tanto los hombres como las mujeres son responsables de la calidad de la vida conyugal y familiar. Las buenas relaciones no se caracterizan por una definición rígida de los roles y por la diferencia sino por la mutualidad, la reciprocidad y la interdependencia
Goodrich, 1989
De este modo, si bien la estructura ha dispuesto las condiciones para la desigualdad, el abordaje terapéutico no se centra en el victimismo. Su potencial radica en el cuestionamiento y la toma de responsabilidad por parte de cada miembro de la familia independientemente de su género.
Desde esta propuesta, las familias no deben ser jerárquicas, se busca que sean democráticas, sensibles y amorosas.
La terapeuta trabaja en colaboración con la familia para identificar y desafiar los roles tradicionales, creando un espacio seguro donde todos pueden expresar sus emociones y pensamientos de manera abierta y sin prejuicios, guiando a la familia en la exploración de sus propias creencias y valores en torno al género, ayudándoles a comprender cómo estas ideas pueden influir en sus interacciones, permitiéndoles escucharse mutuamente y comprender mejor las preocupaciones de los demás en sus interacciones cotidianas
Los conflictos son inevitables en cualquier relación, pero cuando no se abordan adecuadamente pueden causar tensiones y divisiones en la familia, la terapia familiar con perspectiva feminista busca transformar las dinámicas tradicionales que perpetúan la desigualdad de género, ayudando a resolver conflictos dentro de la familia, además, reconoce la diversidad de experiencias de las mujeres y factores cómo la raza, orientación sexual y clase social, son aspectos fundamentales para identificar y abordar cualquier forma de abuso o control basada en el género
Durante las sesiones de terapia, se identifican las causas subyacentes de los conflictos y se exploran soluciones saludables y constructivas, para que los miembros de la familia aprendan a comunicarse y resolver problemas de manera efectiva
Al reconocer y abordar las complejidades de las intersecciones de género, la terapia familiar feminista ayuda a prevenir la escalada de los conflictos y fomenta la cooperación y el trabajo en equipo dentro de la familia, trabaja hacia un cambio significativo en la forma en que las familias comprenden y practican el género
A medida que los miembros de la familia trabajan juntos para resolver problemas y mejorar la comunicación, se crea un sentido de unidad y conexión, brindando la oportunidad de compartir experiencias y emociones de manera profunda, construyendo una base sólida de confianza y apoyo mutuo, lo que a su vez fortalece los lazos familiares y promueve la armonía en el hogar
Un entorno de respeto y seguridad es necesario para cada familia independientemente de su constitución. No importa si se trata de relaciones lésbicas, familias de un solo progenitor, parejas de profesionales u otras.
La autonomía y la búsqueda de bienestar debe estar presente para cada miembro de la configuración familiar.
Goodrich, 1989
La terapia familiar feminista es una herramienta valiosa ya que encuentra la conciencia de las desigualdades de género arraigadas en las estructuras familiares y ayuda a crear un ambiente familiar más saludable y armonioso, fortalece los lazos y apoya en el desarrollo de habilidades de afrontamiento
Si tu familia está experimentando dificultades o conflictos, considera buscar la ayuda de un terapeuta familiar con enfoque feminista para comenzar el proceso de sanación y armonización.
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Salud mental desde una perspectiva feminista interseccional