De acuerdo con el estudio “Having Less: A Personal Project Taxonomy of Consumers’ Decluttering Orientations, Motives and Emotions” (2022), la limpieza y el orden no sólo son estética, sino que juegan un papel fundamental en nuestra salud mental. La organización del espacio en el que vivimos puede influir significativamente en nuestra percepción de control y bienestar.
En un entorno donde pasamos tiempo lidiando con la incertidumbre, tener nuestro espacio ordenado puede brindarnos una sensación de estabilidad. Al poner las cosas en su lugar, podemos enfrentar la vida diaria con más confianza y calma. El orden puede ser visto como un pequeño refugio que contrarresta el caos externo, permitiéndonos respirar y relajarnos.
Llevar a cabo la limpieza de nuestro entorno, ya sea de forma rutinaria o por decluttering, puede evocar emociones positivas. Sensaciones de logro y satisfacción surgen al eliminar lo que ya no necesitamos, ofreciendo no solo una atmósfera más agradable, sino también un espacio que promueve la claridad mental. Por lo tanto, hacer del orden una prioridad puede ser una herramienta efectiva para alcanzar un estado mental más saludable.
Sabemos que no todxs podemos mantener nuestro espacio en orden, esto puede deberse a que existen 2 tipos de desorden:
Sucede cuando las cosas interfieren con tus actividades y responsabilidades diarias, por ejemplo, un escritorio con montones de papeles o un armario lleno de ropa. Este desorden requiere un enfoque práctico y organizativo para lograr categorizar tus objetos y saber dónde están.
Tiene que ver con lo que representan tus cosas y cómo te hace sentir. Limpiar este tipo de desorden requiere confrontar viejos objetivos y versiones pasadas de ti mismx, aceptarte tal como eres y confrontar tu relación con tus posesiones.
Es importante reflexionar acerca de la motivación para ordenar y limpiar. ¿Viene de tus propios deseos, valores o metas, o hay presiones y mensajes externos en juego?
Pensar en ello te permitirá mejorar tu relación con la limpieza, puede que no quieras ser una persona pulcra y ordenada y Simplemente internalizaste mensajes que decían que el desorden significaba que eras perezosx. O puedes darte cuenta de que en realidad no necesitas un espacio ordenado para sentirte en control y relajadx.
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