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La verdadera emancipación de la mujer

La verdadera emancipación de la mujer

El derecho de voto o la igualdad de derechos civiles pueden ser exigencias útiles, pero la verdadera emancipación no comienza ni en los colegios ni en los tribunales.

Comienza en el alma de la mujer. La historia nos demuestra que cualquier clase oprimida sólo consigue liberarse realmente de sus amos con sus propios esfuerzos.

Es preciso que la mujer aprenda esa lección, que se dé cuenta que únicamente alcanzará su libertad cuando conquiste el poder.

Por lo tanto, es mucho más importante que inicie su propia regeneración interior, que se libere del peso de los prejuicios, de las tradiciones y de las costumbres.