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La terapia de pareja es un acompañamiento que se enfoca en mejorar la comunicación y las relaciones sexo-afectivas. Este tipo de terapia ofrece un espacio seguro y confidencial para que las parejas dialoguen sobre sus problemas y trabajen juntas para encontrar soluciones efectivas. Aunque no exclusivamente, la terapia de pareja también puede ayudar a desarrollar habilidades más efectivas de comunicación y negociación que pueden aplicarse a cualquier aspecto de su relación. De manera que, este acompañamiento puede ser de apoyo para personas que deseen tomar decisiones juntas, dar nuevos pasos y disfrutar de su sexualidad con responsabilidad afectiva.
Si estás buscando potenciar algunos aspectos de tu relación o mejorar la comunicación, considera buscar los servicios de una terapeuta de pareja. Podemos acompañarles para crear una conexión más saludable y significativa en conjunto.
La comunicación es elemental para cualquier relación sexo-afectiva. A través de la comunicación, las parejas pueden expresar sus necesidades, deseos y sentimientos de manera responsable y respetuosa. La comunicación clara y abierta también fomenta la comprensión mutua y fortalece el vínculo emocional entre las parejas. Sin embargo, cuando la comunicación es deficiente, pueden surgir problemas y conflictos.
Una comunicación deficiente puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas señales de problemas de comunicación en una relación incluyen la falta de escucha activa, la invalidación de los sentimientos del otro, los malentendidos frecuentes y la incapacidad para resolver conflictos de manera constructiva. Estos problemas pueden generar resentimiento, frustración y distancia emocional entre las parejas. Es importante abordar estos problemas y buscar soluciones para mejorar la comunicación en la relación.
La terapia de pareja es un enfoque terapéutico diseñado específicamente para analizar cómo se tejen las relaciones, comprendiendo que las crisis que se llegan a presentar responden a cambios en la estructura que influyen en ese sistema de afectos. De manera que la terapeuta es mucho más que una mediadora dentro del conflicto, su intervención permitirá revisar la historia de la relación, las razones, conexiones y afectos que sostienen el vínculo, así como las perspectivas a futuro. Este trabajo implica tejer y reelaborar un diálogo constante, en el que se aprenderá a cuestionar patrones, a definir la relación a través de acuerdos en conjunto, incluso a pensar en otro tipo de relaciones.
La terapia de pareja ofrece una amplia gama de beneficios para las parejas que buscan mejorar su comunicación y fortalecer su relación. Algunos de los beneficios más comunes de la terapia de pareja incluyen:
1. Mejora de la comunicación: La terapia de pareja proporciona un espacio seguro y estructurado para que las parejas se comuniquen de manera abierta y honesta. A través de la orientación de un terapeuta, las parejas pueden aprender a escucharse mutuamente, expresar sus sentimientos de manera efectiva y resolver conflictos de manera constructiva.
2. Resolución de problemas: La terapia de pareja ayuda a las personas a identificar y abordar los problemas subyacentes que afectan su comunicación. Las terapeutas pueden ayudar a las parejas a explorar diferentes perspectivas, encontrar soluciones creativas y trabajar juntas para superar los obstáculos en su relación.
3. Fortalecimiento del vínculo emocional: La terapia de pareja fomenta la intimidad emocional y fortalece el vínculo entre las parejas. A través de la terapia, las parejas pueden aprender a construir una base sólida de confianza, comprensión y apoyo mutuo.
4. Adquisición de habilidades de comunicación duraderas: La terapia de pareja no solo mejora la comunicación en el momento presente, sino que también proporciona a las parejas herramientas y técnicas que pueden aplicar a lo largo de su relación. Estas habilidades de comunicación duraderas les permiten enfrentar desafíos futuros de manera más efectiva.
5. Construcción de futuros posibles: La terapia de pareja no solo es útil para abordar problemas existentes, al mejorar la comunicación y los acuerdos mutuos, las parejas pueden evitar que los problemas se acumulen y construir planes futuro, que les permitan sostener y nutrir el vínculo a largo plazo.
Si bien hay un estigma general hacia la terapia debido a los imaginarios históricos en torno a la locura y a su tratamiento, en el caso de la terapia de pareja parece que existen algunos estereotipos específicos relacionados con la representación de esta práctica en películas, series y otros medios de comunicación, en los que se observa a la terapia de pareja como un gran ring, un lugar de conflicto, dolor y un paso previo a la separación.
Sin embargo, la terapia no debe ser sinónimo de separación o pensarse como el último esfuerzo para mantener la relación de pareja. Este enfoque de hecho ayuda a construir relaciones más saludables desde el inicio, porque en la ilusión del enamoramiento a veces no nos detenemos a plantear miedos, a hablar de nuestras necesidades personales o incluso a mencionar nuestras expectativas entorno a la relación, de esa manera a veces se inicia un vínculo sin acuerdos claros y es ahí dónde pueden generarse los conflictos.
Es así como la terapia puede ayudar a prevenir malentendidos y a tejer una estructura más firme que pueda sostener la relación a corto y mediano plazo, con la claridad y confianza de que ambos miembros de la pareja están mirando hacia el mismo lugar.
Si algo hemos aprendido del feminismo es que el amor es una emoción cargada de un sinfín de significados culturales, expectativas y promesas de la felicidad, del amor eterno y de color rosa que nos nos ayudan, la terapia de pareja de pareja es un espacio con ese potencial políticos para transformar nuestras relaciones, para prevenir conflictos, violencia o rupturas dolorosas.
Es tiempo de comprender que podemos construir relaciones más equitativas, libres de estereotipos, que rompan con patrones relacionales familiares y culturales poco saludables. Es posible tejer vínculos con conciencia política que cuestionen al amor romántico, pero mantengan la mutua ternura, el cariño, el deseo, que defiendan la alegría, el baile y la esperanza. Porque si bien, ya no creemos en el “felices por siempre” o en el “amor de color de rosa”, sí podemos disfrutar de relaciones en las que podamos mirarnos como compañerxs de vida.
En Sorece contamos con terapeutas de pareja con perspectiva de género que pueden acompañar a las parejas a tejer vínculos sexo-afectivos saludables y placenteros, atrévete a transformar tus relaciones en compañía de nuestras expertas.
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Salud mental desde una perspectiva feminista interseccional
