La coerción sexual es definida como cualquier tipo de presión, ya sea de forma física o emocional, que una persona ejerce sobre otra para imponer actos de tipo sexual.
Esta presión puede manifestarse de diferentes maneras, incluyendo amenazas, manipulación emocional, o uso de la fuerza física.
Es una práctica sutil y paulatina. Sin embargo, hay varias actitudes que corresponden a la coerción sexual como manipulación, chantaje, amenazas, imposición y presión que también puede presentarse en forma de insistencia.
Puede presentarse en diversas formas. Algunas de las más comunes incluyen:
El impacto de la coerción sexual puede ser devastador y duradero. Las víctimas pueden experimentar una variedad de efectos negativos, incluyendo:
Es fundamental que estés informadx y compartas información a otrxs sobre la coerción sexual. La prevención incluye la promoción de relaciones saludables y el respeto por los límites personales.
¡Nadie puede presionarte para hacer algo que no quieras!
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Salud mental desde una perspectiva feminista interseccional